13° durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Jesús exige una respuesta ya
Yendo a Jerusalén desde Galilea, Jesús y su grupo tienen que pasar por Samaría. Dos discípulos van por delante buscando lugares para pernoctar y comida… Son rechazados no por galileos, sino porque van a Jerusalén, la ciudad odiada.
Los discípulos reaccionan pidiendo fuego del cielo, como Elías cuando es rechazado. Elías quiere demostrar la omnipotencia de Dios frente a la prepotencia de un rey tirano. Jesús, en cambio, simplemente cambia de camino…
Jesús es rechazado muchas veces, desde su nacimiento, la huida a Egipto, sus mismos paisanos se burlan de él, y una vez hasta pretenden apedrearlo por blasfemo… Él dirá que será rechazado por los grandes de su pueblo y condenado.
Sin embargo, en medio de esos rechazos, hay quienes quieren seguirlo, quizás contagiados por su profetismo o para ser como él. Al menos parecerse… Las respuestas de Jesús son de una exigencia total…
No tengo ni una madriguera como el más insignificante de los zorros ni un nido como el más pequeño de los pajaritos… Para seguirme no hay lugar para las ambiciones.
Otro recibe del Señor la propuesta de seguirlo, pero prefiere sepultar antes a su padre. Le pide un tiempo a Dios para no abandonar a su padre antes de la muerte. No es más que cumplir con un mandamiento de Moisés. Pero Jesús no entiende su llamado de la misma manera. Espera una respuesta inmediata, como los pescadores que abandonan su oficio, sus barcas y a su padre para seguirlo inmediatamente. Las invitaciones de Dios no esperan.
Finalmente, un tercero pide un poco de tiempo para despedirse de los suyos… No tiene el coraje de romper inmediatamente con su pasado, procura quedar en buenas relaciones con todos… Jesús no lo juzga capaz de dar el paso porque no se decide.
Hoy Jesús nos llama y quiere nuestra respuesta ya.
“El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios” (Lc 9, 62).
P. Aderico Dolzani, ssp.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 46, 2
Todos los pueblos aplaudan y aclamen al Señor con gritos de alegría.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La celebración de hoy nos ofrece algunas propuestas diversas de llamados. En alguna de ella nos podemos sentir reflejados y ayudarnos a reorientar nuestra vida en el discipulado misionero de Jesús.
1ª LECTURA 1Rey 19, 16. 19-21
Guía: El profeta Elías llama a Eliseo, en nombre de Dios, a tomar su puesto de profeta. Eliseo deja todo y lo sigue.
Lectura del primer libro de los Reyes.
El Señor dijo a Elías: «A Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás profeta en lugar de ti». Elías partió y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba aran-do. Delante de él había doce yuntas de bueyes, y él iba con la última. Elías pasó cerca de él y le echó encima su manto. Eliseo dejó sus bueyes, corrió detrás de Elías y dijo: «Déjame besar a mi padre y a mi madre; luego te seguiré». Elías le respondió: «Sí, puedes ir. ¿Qué hice yo para impedírtelo?» Eliseo dio media vuelta, tomó la yunta de bueyes y los inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después partió, fue detrás de Elías y se puso a su servicio. Palabra de Dios.
SALMO Sal 15, 1-2. 5. 7-11
R. Señor, Tú eres la parte de mi herencia.
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: «Señor, Tú eres mi bien». El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte! R.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré.R.
Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no me entregarás a la muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. R.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. R.
2ª LECTURA Gál 5, 1. 13-18
Guía: Pablo recuerda que el cristiano ha sido llamado a la libertad de Cristo, para servir en el amor.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia. Hermanos: Esta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud. Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad, pero procuren que esta libertad no sea un pretexto para satisfacer los deseos carnales: háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del amor. Porque toda la Ley está resumida plenamente en este precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si ustedes se están mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminarán destruyéndose los unos a los otros. Yo los exhorto a que se dejen conducir por el Espíritu de Dios, y así no serán arrastrados por los deseos de la carne. Porque la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Ambos luchan entre sí, y por eso, ustedes no pueden hacer todo el bien que quieren. Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley. Palabra de Dios.
ALELUIA 1Sam 3, 9; Jn 6, 68
Aleluia. Habla, Señor, porque tu servidor escucha; Tú tienes palabras de Vida eterna. Aleluia.
EVANGELIO Lc 9, 51-62
Guía: Jesús se encamina resueltamente a Jerusalén. Desde ahora, quienes optan por seguirlo, deben dejarlo todo por el Reino.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de Él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: «Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?» Pero Él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo. Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: «¡Te seguiré adonde vayas!» Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza». Y dijo a otro: «Sígueme». Él respondió: «Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre». Pero Jesús le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a anunciar el Reino de Dios». Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos». Jesús le respondió: «El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con el pan y el vino, ofrecemos nuestro llamado a ser cristianos que nació en el bautismo, cuando aceptamos ser hijos de Dios.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: En la comunión, Cristo nos une en un amor perpetuo, para que, viviendo nuestro llamado demos frutos del Reino de Dios.
DESPEDIDA
Guía: Nos despedimos de esta celebración, fortalecidos para responder el llamado de anunciar con alegría el amor de Dios que nos hermana en una sola familia.