1° de Adviento. Morado.
Credo. Prefacio de Adviento. – Se inicia un nuevo año litúrgico. Ciclo dominical C.
Comienza la Novena a la Inmaculada Concepción.
Adviento: Nuevo tiempo de Dios
“Adviento” viene del latín Adventus usado en la Roma precristiana: era el día de la entrada de los dioses en sus templos una vez al año o la celebración de la llegada de un nuevo emperador, también considerado a la altura de los dioses en la cultura imperial.
Litúrgicamente es el tiempo de preparación para el nacimiento de Jesús. Todo nacimiento es abrir un tiempo nuevo y un espacio en la familia porque llega un bebé. La Navidad es abrir todos los años un espacio y un tiempo nuevo para que nazca Jesús en nosotros. No es algo ritual, cronológico. Es un hecho real que Dios continúa naciendo y viniendo siempre que descubre cabida en nosotros.
Con el Adviento, comienza algo nuevo: hay un futuro para nuestra vida cristiana, siempre que al llegar Jesús estemos dispuestos.
También es nueva aventura, lo imprevisto, la novedad que podemos recibir con alegría y buena voluntad o con indiferencia.
Este tiempo nos recuerda que Dios sorprende con sus venidas imprevistas, con momentos bellos y con crisis para prepararnos a iniciar nuevos caminos y llegar más lejos de nosotros mismos y más cercanos a él.
Adviento es el tiempo que Dios nos dice que debemos vigilar siempre y no dormirnos porque nos puede sorprender su llegada a la hora menos pensada y de improviso.
La señal que vigilamos es que nuestro compromiso cristiano está cada día más vivo. Quien durante decenios se puede definir como practicante y no cambia… en realidad, es un cristiano dormido. Adviento es un tiempo para estar despiertos, tomar iniciativas, hacerse preguntas, hacerse disponibles… La vigilia cristiana es un tiempo de mucha actividad y no de espera inerte.
Él está cerca y viene: deja abierta la puerta de la vida de par, en par para hacerte sorprender: Dios nunca defraudó a nadie.
“Estén prevenidos y oren incesantemente” (Lc 21, 36).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Con el primer domingo de Adviento, comenzamos el tiempo de preparación a la Navidad que, como en todas las celebraciones eucarísticas, nos preparamos a la segunda venida del Señor. Participemos activamente y acojámoslo en nuestra vida.
1ª LECTURA Jer 33, 14-16
Guía: Por el profeta Jeremías, Dios nos promete un redentor que restablecerá la justicia y el derecho.
Lectura del libro de Jeremías.
Llegarán los días –oráculo del Señor– en que Yo cumpliré la promesa que pronuncié acerca de la casa de Israel y la casa de Judá: En aquellos días y en aquel tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará la justicia y el derecho en el país. En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura. Y la llamarán así: «El Señor es nuestra justicia». Palabra de Dios.
SALMO Sal 24, 4-5. 8-10. 14
R. A ti, Señor; elevo mi alma.
Muéstrame, Señor, tus caminos, ensé-ñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R.
El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; Él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R.
Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza. R.
2ª LECTURA 1Tes 3, 12–4, 2
Guía: San Pablo exhorta a sus comunidades a progresar en el camino de la fe, viviendo siempre más en conforme a lo que él ha enseñado con sus palabras y escritos.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que Él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos. Amén. Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús. Palabra de Dios.
ALELUIA Sal 84, 8
Aleluia. ¡Muéstranos, Señor, tu misericordia y dadnos tu salvación! Aleluia.
EVANGELIO Lc 21, 25-28. 34-36
Guía: Los discípulos de Jesús vivimos en permanente vigilia, porque el Señor siempre está pasando y se acerca nuestra salvación.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación. Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con los dones del pan y del vino ofrecemos nuestras vidas, trabajos y alegrías.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Nos acercamos a recibir la Eucaristía, que alimenta nuestros deseos de poseer los bienes definitivos, acrecentando nuestra expectativa de su venida.
DESPEDIDA
Guía: En esta Eucaristía, como comunidad, hemos dado inicio al Adviento como un período para acrecentar nuestra esperanza. Testimoniemos ahora, con nuestra vida, la presencia del Señor que ya ha venido y viene para ofrecernos su amor y misericordia.