Leccionario Santoral: 2Cor 10, 17-11, 2; Sal 30, 3-4. 6. 8. 16-17; Mt 25, 1-13.
LECTURA Is 48, 17-19
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir. ¡Si tú hubieras atendido a mis mandamientos, tu prosperidad sería como un río, y tu justicia, como las olas del mar! Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia. Palabra de Dios.
Comentario: Es desconcertante este oráculo pesimista del Profeta después de tantas intervenciones en que presagiaba bondades para su pueblo. Sin embargo, Isaías interpela los beneficios que hubiese tenido el pueblo de haber sido fiel a Dios, pero pecaron. Su pecado más grave no ha sido faltar a los mandamientos sino considerarlos inútiles en su vida. Prescindir de Dios ha sido su mayor error.
SALMO Sal 1, 1-4. 6
R. ¡El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la Vida!
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche! R.
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.
ALELUIA
Aleluia. El Señor vendrá, salgan a su encuentro; Él es el príncipe de la paz. Aleluia.
EVANGELIO Mt 11, 16-19
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a la multitud: ¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros: «¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!». Porque llegó Juan el Bautista, que no come ni bebe, y ustedes dicen: «¡Está endemoniado!». Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores». Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras. Palabra del Señor.
Comentario: Jesús retrata al pueblo judío que no ha creído en él, sobre todo a los dirigentes más cualificados del pueblo y de la ley –estos creían que la fe en Dios nace, pervive y termina con ellos–. Su falta de silencio interior les impide reconocer el plan de Dios.