El Video del Papa de octubre, una iniciativa de la Red Mundial de Oración del Papa, acaba de publicarse con un mensaje centrado en el Sínodo sobre la Sinodalidad, —un proceso que comenzó en 2021 y continuará en el 2024—, cuya primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria se realizará del 4 al 29 de octubre de 2023. «Se trata de un camino que recorreremos, como los discípulos de Emaús, —explica Francisco—, escuchando al Señor que siempre sale a nuestro encuentro”. Este mes, además, toda la Iglesia celebra la 97.º Jornada Mundial de las Misiones, una celebración que no escapa de la dinámica sinodal: “La misión está en el corazón de la Iglesia. Y más aún. Cuando una Iglesia está en Sínodo, solamente esa dinámica sinodal la lleva adelante la vocación misionera”, dice también el Papa en el video.
El mensaje del video de este mes –que ha contado con el apoyo y colaboración de las Obras Misionales Pontificias de Estados Unidos y del Sínodo sobre la Sinodalidad – es una invitación a predisponerse ante el Señor en una actitud de escucha y de diálogo. El concepto de la Iglesia «en camino», y de su vocación misionera, está representado en la elección de imágenes en forma de «road movie«: a través de la ventanilla de un automóvil vemos lugares y personas de diversos países – desde el Vaticano hasta Camboya, pasando por África, Oriente Medio, Norteamérica – filmados en escenas de la vida cotidiana. Ese coche representa a la Iglesia; su combustible es «la fuerza del Espíritu Santo», que – en palabras de Francisco – debe guiarla «hacia las periferias del mundo».
Dejarse guiar por el Espíritu Santo supone escuchar juntos. Por eso, el Papa aclara también que en esta Asamblea Ordinaria del Sínodo “no se acaba nada, sino que aquí continúa un camino eclesial”, del que se podrán recoger los frutos de una escucha recíproca, entre hermanos y hermanas, todos juntos al servicio de la misión de Cristo. Francisco evoca el ejemplo de los discípulos de Emaús y, como tales, nos pide estar “escuchando al Señor que siempre sale a nuestro encuentro”.
El 10 de octubre de 2021, el Papa Francisco convocó el Sínodo de la Sinodalidad para tratar el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. El Sínodo de los Obispos es un organismo consultivo que pide a obispos de todo el mundo que participen en el gobierno de la Iglesia, aconsejando al Papa sobre asuntos de interés para la Iglesia universal. La palabra “sínodo” deriva del griego y expresa la idea de «caminar juntos».
Con una duración prevista de tres años (octubre de 2021 a octubre de 2024), el Sínodo de la Sinodalidad fue atravesando distintas fases de escucha y discernimiento. Francisco desea que toda la Iglesia reflexione sobre la sinodalidad: que todo el Pueblo de Dios —obispos, sacerdotes, religiosos, laicos, hombres, mujeres, adultos, jóvenes— participe en la conversación sobre si estamos caminando juntos y cómo lo hacemos.
El 4 de octubre se abre la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria, donde los obispos y otros participantes se reúnen para recoger los frutos de los procesos de escucha previos. En este Sínodo, dicha asamblea se celebrará en dos sesiones con un año de diferencia: del 4 al 29 de octubre de 2023 y en octubre de 2024.
Oremos por la Iglesia, para que adopte la escucha y el diálogo como estilo de vida a todos los niveles, dejándose guiar por la fuerza del Espíritu Santo hacia las periferias del mundo.
Papa Francisco – Octubre 2023
La misión está en el corazón de la Iglesia. Y más aún. Cuando una Iglesia está en Sínodo, solamente esa dinámica sinodal la lleva adelante la vocación misionera. Es decir, la respuesta al mandato de Jesús de anunciar el Evangelio.
Quisiera recordar que aquí no se acaba nada, sino que aquí continúa un camino eclesial.
Se trata de un camino que recorreremos, como los discípulos de Emaús, escuchando al Señor que siempre sale a nuestro encuentro.
Es el Señor de la sorpresa.
Por medio de la oración y el discernimiento, el Espíritu Santo nos ayuda a realizar el “apostolado del oído”, o sea, escuchar con los oídos de Dios para poder hablar con la palabra de Dios.
Y así nos acercamos al corazón de Cristo, del que brota nuestra misión y la voz que atrae hacia Él.
Una voz que nos descubre el centro de la misión que es llegar a todos, buscar a todos, acoger a todos, involucrar a todos, sin excluir a nadie.
Oremos por la Iglesia, para que adopte la escucha y el diálogo como estilo de vida a todos los niveles, dejándose guiar por la fuerza del Espíritu Santo hacia las periferias del mundo.