TÍTULO: Volver a la Iglesia de Jesús en tiempos de crisis
AUTOR: Rodrigo Villalobos
Editorial SAN PABLO, Santiago, Chile, 2019. 140 páginas.
ISBN: 978-956-256-603-2
Resulta interesante leer (y reflexionar) acerca de lo que el padre Rodrigo Villalobos sostiene en su libro Volver a la Iglesia de Jesús en tiempos de crisis. Sobre todo, a la luz de una pregunta que, en mi opinión, resulta crucial para comprender este texto, y que aborda cuando habla de la perseverancia en relación a Cristo: ¿cuál es la Iglesia que queremos construir? ¿La Iglesia del poder o la Iglesia de Jesús?
Es claro que hoy nos enfrentamos a una situación en donde la injusticia, el abuso y el dolor nos han mostrado la peor cara de una institución que se formó para llevar al mundo un mensaje de amor y esperanza. Ambos fueron los pilares que inspiraron a tantos hombres y mujeres de bien que han construido –y siguen construyendo- la Iglesia de Dios a lo largo de siglos y siglos.
Lamentablemente, hoy debemos afrontar la realidad de una institución herida, que debe replantearse su forma de actuar frente a la sociedad y frente a las personas. Ahí es donde Villalobos descubre una oportunidad para la esperanza: la actual crisis debe incentivar a cada cristiano a volver la mirada hacia la figura de Jesús: centro y origen de nuestra fe. Paso a paso, nos recuerda que en Él está la luz que ilumina el camino que nos llevará a dejar atrás la Iglesia del poder, a la que define como “la del control, de la catequesis moralizante, de la obediencia irrestricta a la autoridad eclesial, de la liturgia solemne, pero distante”, para volver a abrazar a la Iglesia de Jesús: la Iglesia del amor, del Espíritu Santo que transforma el mundo, “una Iglesia de actores y no de meros espectadores, una familia de hermanos”.
El diagnóstico que presenta Villalobos a lo largo de su obra es claro: la Iglesia está en problemas porque no hemos sido capaces –sacerdotes, laicos, religiosos, religiosas, en fin, todos- de asumir como verdaderos cristianos el evangelio tal y como nos lo enseñó Jesús, tanto en palabras como en hechos. A lo largo del camino, hemos construido forma y nos hemos alejado del fondo, con todo el riesgo que ello conlleva, descuidando el proyecto de una Iglesia que acoge y acompaña, que es refugio y punto de encuentro, que está abierta a todos y que ayuda a las personas que la necesitan. Y a eso es a lo que debemos volver: a “una Iglesia donde todos podamos sentirnos aceptados y amados, donde se pueda confiar y vivir la comunión, donde sea posible encontrar paz, alegría y comprensión”, tal como se plantea en este libro.
¿Y cómo lograrlo? He aquí la clave que nos da el autor: solo a partir del verdadero encuentro con Jesús se puede vivir su evangelio y construir la Iglesia, desde la lógica del llamado y la respuesta que brota de la fe sincera, fundada en la alegría de ser su discípulo. Y para ello propone cinco pasos: “El primero será encontrarse con Jesús, luego tendremos que estar disponibles para recorrer su mismo camino; desprendernos de todo aquello que nos impida que los sigamos con fidelidad, perseverar en su amistad y dar mucho fruto, fin último de toda vocación cristiana”.
Este libro es, entonces, una invitación a comprometernos a hacer Iglesia al modo de Jesús y no al modo de los hombres. Es una llamada también a la acción, porque cada uno de nosotros es necesario para hacer los cambios que se necesitan. “Hacer lo que nos dice Jesús en su Evangelio traerá la paz y la tranquilidad a muchas personas, especialmente a quienes han sufrido la decepción y el maltrato, para volver a creer en una Iglesia donde se hable de Jesús y no del pecado de los hombres, y donde todos tengamos ‘un solo corazón y una sola alma’ por medio del amor. Porque nadie más que Jesús nos devolverá el verdadero gozo del corazón y nos ayudará a vivir para siempre en el amor de nuestro Padre Dios”.
El sufriente, el decepcionado, el que tiene dudas, el que se ha alejado… todos ellos solo podrán regresar en la medida que seamos capaces de construir sobre la roca que es Cristo: viviendo y compartiendo su mensaje de amor y esperanza. No solo con palabras, sino también con hechos. Por eso es fundamental regresar al origen de todo: Jesús. Solo así podremos recuperar el sentido de la Iglesia que Él construyó. Ese es el desafío al que nos convida Villalobos. Por eso es tan importante, para él y para nosotros, Volver a la Iglesia de Jesús.
Rodrigo Miranda Sánchez
Periodista SAN PABLO Chile