En los años del movimiento litúrgico y durante la reforma litúrgica conciliar, muchos creyeron que el tema de un modelo litúrgico era un asunto puramente pragmático: intentar conseguir una celebración comprensible.
Hoy se ve con claridad que en la liturgia confluyen cuestiones tan importantes como nuestra comprensión de Dios y del mundo, y nuestra relación con Cristo, con la Iglesia y con nosotros mismos: en ella nos jugamos el destino de la fe y de la Iglesia.
En este libro, Joseph Ratzinger pone los cimientos de la teología de la celebración litúrgica y abre la perspectiva cristológica de toda reflexión sobre la realidad de esta celebración.