El silencio y la soledad ayudan al hombre a encontrarse a si mismo, a descubrir sus potencialidades y a madurar. por no saber valorar nuestro espacio interior, solemos encontrarnos con la incapacidad de convivir y de comunicarnos.
Estas “vitaminas de espíritu” te ayudarán a detenerte un momento para escucharte y para retomar tu ritmo y recuperar la esperanza.