A medida que pasa el tiempo, la intensa labor docente del filósofo de Königsberg se revela como una valiosa fuente para ahondar en su pensamiento. Por ello, junto a las grandes obras que publicó en vida, es preciso tener en cuenta otros materiales como sus reflexiones, la correspondencia o los apuntes que sus alumnos tomaron de sus lecciones. Mención especial merecen las lecciones de filosofía moral que Kant impartió durante el semestre de invierno de 1784-1785 y que fueron recogidas por su alumno K. C. Mrongovius, pues en aquel momento el genial pensador estaba redactando la Fundamentación de la Metafísica de las costumbres.