El propósito de este libro ha sido ahondar en la encarnación, para iluminar nuestra carnalidad.
Si en la carne sufrimos, sentimos y en definitiva, somos en cuanto personas singulares, nuestro «ser carne» se revela como camino privilegiado para conocernos.
El filosofo francés indaga de nuevo en entraña cristiana tratando de esclarecer lo que todo hombre es. En el fondo estamos ante una magnifica relectura critica de la tradición fenomenológica-de Husserl a Merleau- Ponty a la luz de uno de los dogmas esenciales del cristianismo.