Al pueblo cristiano le resulta familiar la palabra “cuaresma”, pero muy extraña “cincuentena pascual”. Conoce el Vía Crucis, pero no oyó hablar del Vía Lucis… Los agentes de pastoral hablan con bastante soltura de la conversión, pero ¿se sienten igualmente cómodos para referirse al gozo pascual?
El júbilo y la alegría pascual no impregnan nuestro cristianismo. Después de preparar un notable esfuerzo pastoral durante la cuaresma, las celebraciones de Semana Santa y pasado el domingo de Pascua… pareciera que las energías pastorales se hubieran agotado. ¿Qué hacemos de la cincuentena pascual? ¿Qué hacemos de esa única fiesta cristiana que debe prolongarse durante casi siete semanas?
Este libro ofrece sugerencias y materiales apropiados para celebrar, en la alegría y exultación, la nueva vida del Señor Resucitado.