EL SÍMBOLO Y SU SIGNIFICADO
En la figura de la marca se entrelazan las dos dimensiones de la misión de los paulinos: una, servir a la Palabra de Dios, y otra, hacer que los hombres aprendan a redescubrir la verdad, oculta en el corazón de los acontecimientos. Es también una alusión a la potencia penetrante de la Palabra, capaz de discernir lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto, el bien del mal y lo bello de lo feo.
En la marca se puede vislumbrar, además, la inicial de Pablo, como una letra “P”, expresando el universalismo del apóstol y del beato Santiago Alberione que se hace realidad especialmente en la selección de los contenidos (hablar de todo cristianamente) y en la elección de los destinatarios (todos los hombres, comenzando por los alejados, los pobres y marginados). Un servicio dirigido a toda la humanidad.