Roma, 26 de noviembre de 2024
Queridos hermanos, este día, tan significativo para toda la Familia Paulina, nos ayuda a renovar nuestro agradecimiento a la Trinidad por el don del beato Santiago Alberione. Su vida y su obra son signos de esperanza para nuestra humanidad aún hoy dividida, frágil y confusa.
La esperanza es verdaderamente necesaria, esperanza que es Cristo que nunca decepciona. La propia Iglesia quiere dar testimonio contundente de ello durante el Año Jubilar de 2025. De hecho, el Papa Francisco nos recuerda en la Bula que anuncia el Jubileo: «Todos esperan. En el corazón de cada persona hay esperanza como deseo y expectativa del bien, incluso sin saber lo que le deparará el mañana».
¿Dónde encontrar esta esperanza? La Palabra de Dios es ciertamente el lugar donde todos encontramos al Señor. Precisamente a la luz de la centralidad de la Palabra, recordamos el Centenario del Apostolado Bíblico de la Familia Paulina. El joven don Alberione dio vida a innumerables iniciativas que promovieron la difusión de la Biblia, su conocimiento y el amor al Divino Maestro. ¡Cuántas iniciativas en todo el mundo en estos cien años!
Esto es lo que queremos continuar hoy, con valentía y sobre todo con creatividad, como “artesanos” que, anunciando a Jesús como Palabra del Padre, se dedican a crear lugares de comunión, tal como Jesús nos dejó como legado: «Que todos sean uno» (Juan 17,21).
Llenos de alegría, demos a conocer al Beato Alberione al pueblo santo de Dios para que sea invocado como intercesor y haya otros jóvenes que, inspirados por el Espíritu, entreguen su vida a Cristo, testimoniando con todos los lenguajes que la Esperanza no defrauda (Rm 5,5).
Fraternamente
Don Domenico Soliman
Superior general