El próximo 5 de abril, Domingo de Ramos, se celebrará también a nivel diocesano la XXXV Jornada Mundial de la Juventud 2020, cuyo tema es Joven, a ti te digo, levántate. El mensaje del Papa remite al pasaje de la Biblia en que Jesús, entrando en la ciudad de Naín, en Galilea, se encontró con un cortejo fúnebre que acompañaba a la sepultura a un joven, hijo único de una madre viuda. Jesús, impresionado por el dolor desgarrador de esa mujer, realizó el milagro de resucitar a su hijo. «Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Y acercándose al féretro, lo tocó (los que lo llevaban se pararon)» (Lc 7,13-14).
Francisco destaca en este texto el cómo Jesús, en medio de la multitud, “percibió el rostro de una mujer con un sufrimiento extremo. Su mirada provocó el encuentro, fuente de vida nueva. No hubo necesidad de muchas palabras”. Y frente a ello, pregunta a los jóvenes si son capaces de darse cuenta de lo que sucede alrededor, el dolor y la muerte o, por el contrario, viven inmersos en las redes sociales, sin percibir nada más de allá, disfrutando de su propio happy hour para mantener siempre la distancia. “A nuestro alrededor, pero a veces también en nuestro interior, encontramos realidades de muerte: física, espiritual, emotiva, social. ¿Nos damos cuenta o simplemente sufrimos las consecuencias de ello? ¿Hay algo que podamos hacer para volver a dar vida?“, manifiesta el Papa. Y resalta el valor del encuentro, como fuente de vida: “recordemos que aquel muchacho del Evangelio, que estaba verdaderamente muerto, volvió a la vida porque fue mirado por Alguien que quería que viviera. Esto puede suceder incluso hoy y cada día“.
Dejarse tocar por el dolor, tener compasión son maneras de hacernos partícipes de la realidad del otro para el Papa. De este modo, frente a la realidad del sufriente, manifiesta, “podréis decir al hermano, a la hermana: “Levántate, no estás solo”, y hacer experimentar que Dios Padre nos ama y que Jesús es su mano tendida para levantarnos”.
En el mensaje, el Santo Padre también hace un llamado a los jóvenes que con mucha sensibilidad responden al grito del que sufre y se acercan a él: “No se dejen robar esa sensibilidad. Que siempre puedan escuchar el gemido de quien sufre; déjense conmover por aquellos que lloran y mueren en el mundo actual”. El Papa finaliza su mensaje animando a los jóvenes a levantarse y a levantar a otros para cambiar este mundo: “Levántate” significa también “sueña”, “arriesga”, “comprométete para cambiar el mundo”, enciende de nuevo tus deseos, contempla el cielo, las estrellas, el mundo a tu alrededor. “Levántate y sé lo que eres”. Gracias a este mensaje, muchos rostros apagados de jóvenes que están a nuestro alrededor se animarán y serán más hermosos que cualquier realidad virtual”, dice.