La vocación, llamada del Señor para “cada uno en el mundo de hoy“, es gracia, un “don gratuito“, y al mismo tiempo un compromiso a ponerse en camino, a salir, para llevar el Evangelio”, una tarea que es “fuente de vida nueva y de alegría verdadera”. Lo escribe el Papa Francisco en su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará por 60ª vez el domingo 30 de abril.
El tema elegido por el Papa para este año fue “Vocación: gracia y misión“, como una forma de ayudar a los miembros del pueblo de Dios, personalmente y en comunidad, a responder a la llamada y a la misión que el Señor confía a cada uno en el mundo de hoy, con sus heridas y sus esperanzas, sus desafíos y sus conquistas.
“Este año les propongo reflexionar y rezar guiados por el tema “Vocación: gracia y misión”. Es una ocasión preciosa para redescubrir con asombro que la llamada del Señor es gracia, es un don gratuito y, al mismo tiempo, es un compromiso a ponerse en camino, a salir, para llevar el Evangelio. Estamos llamados a una fe que se haga testimonio, que refuerce y estreche en ella el vínculo entre la vida de la gracia —a través de los sacramentos y la comunión eclesial— y el apostolado en el mundo. Animado por el Espíritu, el cristiano se deja interpelar por las periferias existenciales y es sensible a los dramas humanos, teniendo siempre bien presente que la misión es obra de Dios y no la llevamos a cabo solos, sino en la comunión eclesial, junto con todos los hermanos y hermanas, guiados por los pastores. Porque este es, desde siempre y para siempre, el sueño de Dios: que vivamos con Él en comunión de amor“, explicó el Santo Padre.
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