Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
1ª LECTURA Is 55, 1-3
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor: ¡Vengan a tomar agua, todos los sedientos, y el que no tenga dinero, venga también! Coman gratuitamente su ración de trigo, y sin pagar, tomen vino y leche. ¿Por qué gastan dinero en algo que no alimenta y sus ganancias, en algo que no sacia? Háganme caso, y comerán buena comida, se deleitarán con sabrosos manjares. Presten atención y vengan a mí, escuchen bien y vivirán. Yo haré con ustedes una alianza eterna, obra de mi inquebrantable amor a David. Palabra de Dios.
Comentario: El banquete en la Biblia no es sino una imagen del amor de Dios, como por ejemplo la Alianza del Sinaí o la salida de Egipto. Por eso el Profeta se esfuerza en mostrar a un Dios generoso, que ofrece a manos llenas. Su promesa es que haya comida y bebida para todos.
SALMO Sal 144, 8-9. 15-18
R. Abres tu mano, Señor, y nos colmas de tus bienes.
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. R.
Los ojos de todos esperan en ti, y Tú les das la comida a su tiempo; abres tu mano y colmas de favores a todos los vivientes. R.
El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones; está cerca de aquéllos que lo invocan, de aquéllos que lo invocan de verdad. R.
2ª LECTURA Rom 8, 35. 37-39
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: ¿Quién podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a Aquél que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separamos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor. Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo, en este canto triunfal del amor a Dios, afirma que al final saldremos vencedores ante las tribulaciones y persecuciones. Dios ya nos ha regalado su amor. En Cristo nos ha dado todo, se ha dado a sí mismo. ¿Qué otro poder será más fuerte que este amor?
ALELUIA Mt 4, 4
Aleluia. El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Aleluia.
EVANGELIO Mt 14, 13-21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús se alejó en una barca a un lugar desierto para estar a solas. Apenas lo supo la gente, dejó las ciudades y lo siguió a pie. Cuando desembarcó, Jesús vio una gran muchedumbre y, compadeciéndose de ella, sanó a los enfermos. Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: «Éste es un lugar desierto y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a comprarse alimentos». Pero Jesús les dijo: «No es necesario que se vayan, denles de comer ustedes mismos». Ellos respondieron: «Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados». «Tráiganmelos aquí», les dijo. Y después de ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Palabra del Señor.
Comentario: Más allá de la capacidad de empatía y compasión de Jesús por quienes sufrían, no deja de dar una lección a sus discípulos. Con su actitud les enseña cómo se debe obrar en el ejercicio de la caridad. No basta con pedir, decir una palabra amable o rogar para que se produzca el milagro, ya que para que este se haga realidad hay que hacer lo que la conciencia manda.