Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi una nube blanca, sobre la cual estaba sentado alguien que parecía Hijo de hombre, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. En seguida salió del Templo otro Ángel y gritó con voz potente al que estaba sentado sobre la nube: «Empuña tu hoz y siega, porque ha llegado el tiempo de la cosecha y los sembrados de la tierra están maduros». Y el que estaba sentado sobre la nube pasó su hoz sobre la tierra, y ésta quedó segada. Entonces otro Ángel salió del Templo que está en el ciclo, llevando también una hoz afilada. Y salió del altar otro Ángel –el que tiene poder sobre el fuego– y gritó con voz potente al que tenía la hoz afilada: «Empuña tu hoz y cosecha los racimos de la viña de la tierra, porque han llegado a su madurez». El Ángel pasó la hoz afilada sobre la tierra, cosechó la viña y arrojó los racimos en la inmensa cuba de la ira de Dios. Palabra de Dios.
Comentario: El relato presenta la “hora del juicio” y sus tres ángeles, que presagian los últimos acontecimientos. El tercer ángel muestra la severidad del juicio divino, donde los que no practicaron el amor a Dios y al prójimo se quedarán sin la bienaventuranza eterna, pues al no generar obras de amor terminarán en la infelicidad total. Por eso, no habrá consuelo, paz ni dicha.
R. ¡El Señor viene a gobernar la tierra!
Digan entre las naciones: «¡El Señor reina! El mundo está firme y no vacilará. El Señor juzgará a los pueblos con rectitud». R.
Alégrese el cielo y exulte la tierra, resuene el mar y todo lo que hay en él; regocíjese el campo con todos sus frutos, griten de gozo los árboles del bosque. R.
Griten de gozo delante del Señor, porque Él viene a gobernar la tierra: Él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad. R.
Aleluia. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas. Entonces Jesús dijo: «De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?». Jesús respondió: «Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: “Soy yo”, y también: “El tiempo está cerca”. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús pone en alerta a sus discípulos para que no se alarmen ante el tema reinante: “el fin del mundo”. En efecto, sus enseñanzas deben primar ante charlatanes o falsos profetas. Sus discípulos deben tener claro que el anuncio del evangelio trae consigo persecuciones, violencia, incomprensiones y rechazos; por tanto, cuando aquello suceda será señal de que su anuncio no es indiferente, pues “algo” está suscitando.