LECTURA Rom 1, 1-7
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado para ser Apóstol, y elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, que Él había prometido por medio de sus Profetas en las Sagradas Escrituras, acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne, y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador, por su resurrección de entre los muertos. Por Él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a la obediencia de la fe, para gloria de su Nombre, a todos los pueblos paganos, entre los cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo. A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, lleguen la gracia y la paz, que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios.
Comentario: En esta carta, san Pablo se presenta con tres títulos: “Servidor de Cristo Jesús, Apóstol y elegido para anunciar la buena noticia”. Son títulos que confirman la identidad de su misión y de quien lo ha destinado para ese objetivo. Su misión participa de los poderes de Cristo resucitado y se extiende a todo los pueblos paganos como los es Roma.
SALMO Sal 97, 1-4
R. ¡El Señor manifestó su victoria!
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
ALELUIA Cfr. Sal 94, 8. 7
Aleluia. No endurezcan su corazón, sino escuchen la voz del Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 11, 29-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: «Ésta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay Alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay Alguien que es más que Jonás». Palabra del Señor.
Comentario: La luz que irradian los adversarios de Jesús es sombría y oscura. Todavía, no han superado sus prejuicios y en lugar de proyectar al pueblo el consuelo, el amor y la misericordia de Dios, únicamente, han manifestado una imagen distorsionada de Él. En vez de aligerar las conciencias solo alienan aún más a las personas.