Motivación de entrada
La liturgia de hoy es toda una alabanza a Dios que, en su soberana bondad, ha querido glorificar a María, dándole la plenitud de su gloria. En ella se anticipa lo que será nuestro destino último y el de la Iglesia, de la cual María es imagen.
Acto penitencial
Por no valorizar la “devoción” a María en todo su significado evangélico. Por haber rebajado con el pecado la dignidad de nuestro cuerpo. Por no reavivar con frecuencia el pensamiento de la patria definitiva.
Colecta
Por la intercesión de María, asunta al cielo en Dios, podamos alcanzar la gloria definitiva también nosotros.
LECTURAS CICLOS A-B-C
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Los dones que ofrecemos hoy sean signo de nuestra entrega a Dios, como lo fue el “Sí” de la Virgen María.
Comunión
Como María, nos unimos profundamente a Cristo, “esperanza de la gloria” y nos comprometemos a una vida santa.
Despedida
En María, Dios ensalza a los humildes, llena a los pobres de sus bienes, cumple las promesas de salvación. Acojamos esas lecciones marianas para testimoniar a Cristo en la Iglesia y ante el mundo.