La necesidad urgente de tomar conciencia sobre la crisis climática que vivimos fue el eje del conversatorio Encuentro por la Acción Climática ¡Pongámonos en acción!, organizado por Caritas Chile, el Centro de Formación Técnica ENAC y la SCAC. Los asistentes pudieron escuchar a especialistas en la materia, quienes motivaron a los asistentes a pensar en el tipo de sociedad en que queremos vivir y qué acciones debemos emprender para construirla, a fin de generar el cambio cultural que nos permita vivir de acuerdo a una ecología integral que complemente el desarrollo sustentable con la justicia y la equidad social.

El padre Tomás Scherz, presidente del directorio de ENAC, abordó la importancia de que, a partir de lo global, seamos capaces de mirar hacia lo pequeño para encontrar “el rostro humano que hay en la sociedad”, ya que, sostuvo “hay que sanar al hombre para sanar la naturaleza”. También destacó la necesidad de construir una sociedad con rostro humano, que capacite a las personas con elementos formativos vinculantes.

Por su parte, Jordan Harris, experto en desarrollo urbano y territorial, enfatizó la necesidad de cambiar en forma radical la manera en que vivimos en el mundo, tanto en lo económico como en lo social e individual, ya que solo actuando en consecuencia se pueden contrarrestar los efectos del calentamiento global. “Hoy no tenemos dudas de que es el aporte de lo que hacemos como seres humanos lo que está impulsando los cambios que estamos observando en los promedios de temperatura, sobre todo a partir de 1800, con el aumento del uso de combustibles fósiles”, señaló.

En su exposición, explicó también que tenemos dos formas de responder a esta realidad que está afectando a nuestra casa común. La primera es la mitigación, vale decir, cómo reducimos la emisión de gases de efecto invernadero, y la segunda, la adaptación: cómo nos preparamos y cómo nos protegemos mejor ante los impactos del cambio climático.

“Si queremos mantenernos en un rango de temperatura seguro para nuestro planeta se requiere un cambio revolucionario en la forma en que ejercemos la economía, en la forma en que nos comportamos, en la manera en que nos transportamos, en el modo en que usamos la energía, en cómo consumimos todo tipo de cosas, cómo comemos y la forma en que nos relacionamos. Y volviendo al tema de lo pequeño, todo lo que se hace desde la casa, desde el colegio, desde los barrios, todo eso importa porque no solo ayuda a reducir las emisiones o a adaptarnos al cambio climático, sino también a producir el cambio cultural, el cambio de comportamientos y valores que necesitamos para enfrentar esto como sociedad”, dijo.

Oscar Mercado, presidente de la Red Campus Sustentable, por su parte, puso énfasis en que se debe educar para la sustentabilidad, erradicando la formación individualista, cortoplacista, centrada en maximizar utilidades y sin empatía social que ha generado la crisis ambiental que hoy vivimos. “Las instituciones necesitamos educar para la sustentabilidad. Eso es clave. La educación actual debemos transformarla en educación para la sustentabilidad, formando jóvenes que transformen este mundo en lo ambiental, en lo social y en lo económico. Necesitamos una educación distinta, que promueva agentes de cambio capaces de generar las condiciones para un futuro socialmente justo y ambientalmente solidario”, precisó en su intervención.

Para Fernanda Salinas, investigadora asociada a la ONG FIMA, todos debemos reflexionar acerca del Chile en que queremos vivir, partiendo de la base de que debemos entender que la sociedad se sustenta en la naturaleza. “Y sobre la sociedad, nosotros, como seres humanos, sostenemos la economía. Por lo tanto, tenemos que rediseñar también nuestros sistemas económicos”, explicó.

¿Cómo debemos enfrentar el problema actual entonces? Para la experta, es muy importante que cada persona se informe, como punto de partida para impulsar el cambio social e individual que debemos hacer. “Nosotros cambiamos nuestra conducta como consecuencia de la información que adquirimos. Y después empezamos a coordinarnos; después realizamos acciones colectivas. ¿Qué tenemos que hacer? Reducir emisiones efecto invernadero, proteger y restaurar los ecosistemas, impulsar la gestión cuidadosa de los recursos naturales. Todo ello requiere una transición sin precedentes, pero el punto de partida es la información. Y luego, debemos transformar la información en acción”, profundizó.

La investigadora terminó su exposición con un llamado: “Tenemos que hacernos escuchar. Las cosas tienen que cambiar ahora. Las generaciones futuras no son las responsables de cambiar la situación que viene arrastrada desde las sociedades del pasado. Nosotros tenemos que estar dispuestos a hacer los cambios ahora”.