Por René Rebolledo Salinas, arzobispo de La Serena

La comunidad cristiana celebra en este último domingo del año, el quinto día de la Octava de Navidad. Corresponde la Fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.

Siendo el último domingo del año civil, los sentimientos son de acción de gracias a Dios por las innumerables bendiciones con que nos ha favorecido, también a nuestras queridas familias y a la entera comunidad. Plenamente confiados en su amor, bondad y misericordia, le hemos solicitado en la Eucaristía del lunes 1 enero de 2024 su bendición para este año, que el martes próximo llega a su fin. ¡El Señor es fiel, cumple sus promesas y nos ha bendecido! La Eucaristía que celebramos en este día es nuestra acción de gracias por excelencia, correspondiendo así a su amor y fidelidad.

Nos unimos en comunión al Santo Padre Francisco, que diera inicio al Jubileo Ordinario el pasado martes 24 de diciembre, abriendo la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro y hoy -domingo 29- la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán. Por disposición del Papa, celebraremos en este día la Eucaristía con la cual se da la apertura solemne del Año Jubilar en nuestra arquidiócesis. La celebración se abrirá con la peregrinación desde el templo “San Francisco” (Av. Balmaceda, esquina Eduardo de la Barra) hasta la catedral, a partir de las 11:00hrs. Manifiesta el Santo Padre Francisco en la Bula de Convocación del Jubileo Ordinario del Año 2025, Spes non confundit, «La esperanza no defrauda» (Rm 5,5): “Que la peregrinación desde una Iglesia elegida para la collectio, hacia la catedral, sea el signo del camino de esperanza que, iluminado por la Palabra de Dios, une a los creyentes… y se anuncie al pueblo la indulgencia jubilar… Durante el Año Santo, que en las Iglesias particulares finalizará el domingo 28 de diciembre de 2025, ha de procurarse que el Pueblo de Dios acoja, con plena participación, tanto el anuncio de esperanza de la gracia de Dios como los signos que atestiguan su eficacia”.

En la Eucaristía de este domingo, se proclama el evangelio de Lucas 2, 41-52, conocido como: El niño Jesús en el Templo. Relata el evangelista la visita de Jesús con su familia al templo de Jerusalén “para la fiesta de Pascua” (v 41). A su término, el niño se extravió provocando la angustia de sus padres, quienes lo encontraron entre los doctores de la ley “escuchándolos y haciéndoles preguntas” (v 46). Los padres, desconcertados, dialogaron con Él sobre lo sucedido: “Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados” (v 48). Replica el niño: “¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo estar en los asuntos de mi Padre? (v 49). Los padres no entendieron la profundidad de la respuesta. Prosigue el relato afirmando que “regresó con ellos, fue a Nazaret y siguió bajo su autoridad” (v 51). Sentencia Lucas: “Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón” (v 51) y “Jesús crecía en el saber, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres” (v 52).

El recuerdo de la Sagrada Familia de Nazaret en este día ilumine la realidad de nuestras propias familias. Nos de aliento y esperanza para superar unidos las inevitables dificultades de la vida. Siendo la familia una de las instituciones más valoradas, dediquemos a ella nuestros mejores esfuerzos, recursos y cuanto pudiera favorecerla.

A los amables lectores les deseo feliz Año Nuevo y abundantes bendiciones para el Jubileo 2025.