Nace el 22 de mayo de 1381 en la aldea de Roccaporena, 5 km al oeste del pueblo de Casia, provincia de Perugia, región de Umbría, Italia.
Su nombre es Masrida, de origen germánico, que es asimilado al nombre latino Margarita, pero siempre se la llama por su abreviatura Rita.
Sus padres son de edad avanzada. A pesar de que desde muy pequeña manifiesta su deseo de ser religiosa, cuando cumple 14 años de edad la dan en matrimonio a un hombre llamado Paolo Mancini. Sufre mucho en su matrimonio, pero se consuela con la oración y ante la crueldad de su marido le devuelve con bondad, logrando su conversión a Cristo con el paso de los años.
Es madre de mellizos varones: Jacobo y Paolo. Su marido, que trabaja como sereno en la aldea Rocca Porena, es emboscado y asesinado. Como viuda, pide la admisión al monasterio de las Agustinas de Santa María Magdalena, en Casia, pero no es aceptada.
Un año más tarde también fallecen, por causas naturales, sus dos hijos púberes.
Ya sin obligaciones familiares, es aceptada en el convento de las monjas de la Orden de San Agustín. A los 36 años de edad emite su primera profesión religiosa. En el convento se entrega a una vida de oración y penitencia.
Sus símbolos representativos son las rosas, los higos y las amapolas.
Fallece en el convento agustiniano el 22 de mayo de 1457, cuando cumplía 76 años de edad.
Es beatificada por el papa Urbano VIII, en el año 1627.
Es canonizada por el papa León XIII, en el año 1900.
Su fiesta es el 22 de mayo.
Es patrona de las causas perdidas y olvidadas.