Formar personas maduras, capaces de vivir en sociedad y en la creación es la idea que alimenta el espíritu del Pacto Educativo que acaba de lanzar el papa Francisco, un evento mundial que tendrá lugar en Roma el jueves 14 de mayo de 2020, y cuyo lema será Reconstruir el pacto educativo global.
“Debemos basar nuestros procesos educativos en la conciencia de que todo en el mundo está íntimamente conectado y que es necesario encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso. Debemos tener el valor de formar personas que estén dispuestas a ponerse al servicio de la comunidad. Por eso quiero encontrarme con vosotros en Roma: para promover juntos y activar este pacto educativo”, dijo el Santo Padre en un mensaje en video que fue difundido para lanzar, a nivel mundial, este evento.
Esta actividad, de acuerdo a Francisco, se origina a raíz del cambio de época que enfrentamos, en donde es necesario construir una “aldea de la educación”, en donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas, que contribuyan a construir identidad. En ese contexto, es necesario reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión.
“En una aldea así es más fácil encontrar la convergencia global para una educación que sea portadora de una alianza entre todos los componentes de la persona: entre el estudio y la vida; entre las generaciones; entre los docentes, los estudiantes, las familias y la sociedad civil con sus expresiones intelectuales, científicas, artísticas, deportivas, políticas, económicas y solidarias. Una alianza entre los habitantes de la Tierra y la “casa común”, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones”, manifestó el Papa.
Para alcanzar ese objetivo, de acuerdo a Francisco, es necesario dar tres pasos fundamentales: colocar a la persona en el centro, invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad, y formar personas que se pongan al servicio de la comunidad. El compromiso de todos es fundamental para cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario, que responda a las esperanzas del hombre y al diseño de Dios.
“Por esto, deseo encontrar en Roma a todos vosotros que, de diversos modos, trabajáis en el campo de la educación en los diferentes niveles disciplinares y de la investigación. Os invito a promover juntos y a impulsar, a través de un pacto educativo común, aquellas dinámicas que dan sentido a la historia y la transforman de modo positivo. Junto a vosotros, apelo a las personalidades públicas que a nivel mundial ocupan cargos de responsabilidad y se preocupan por el futuro de las nuevas generaciones. Confío en que aceptarán mi invitación. Apelo también a vosotros, jóvenes, para que participéis en el encuentro y para que sintáis la responsabilidad de construir un mundo mejor. La cita es para el día 14 de mayo de 2020, en Roma, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Una serie de seminarios temáticos, en diferentes instituciones, acompañarán la preparación del evento”, señaló el Santo Padre.
La renovada invitación del Pontífice es a que, además, se dialogue sobre el modo “en que estamos construyendo el futuro del planeta” conscientes de que “cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora”. “Hoy más que nunca”, recuerda el Pontífice, “es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna”. Una alianza, explica Francisco, “entre los habitantes de la Tierra y la casa común, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones”.