En un nuevo Video del Papa, Francisco confía a toda la Iglesia Católica la intención de oración para el mes de noviembre. En esta ocasión, el Santo Padre hace un llamado de atención sobre el estrés y la depresión que afectan a muchas personas. Consciente de que en todo el mundo hay gente que atraviesa períodos de fuerte agotamiento mental, emocional y afectivo (en diversas formas y grados), el Papa alienta a que estén adecuadamente acompañados, a rezar por ellos y pide no olvidar la cercanía de Jesús.
Esta edición de El Video del Papa contó con el apoyo de la Association of Catholic Mental Health Ministers (Asociación de Ministros Católicos de Salud Mental), una asociación que brinda apoyo espiritual a personas que padecen alguna enfermedad mental y fomenta acciones para prevenir cualquier tipo de discriminación que les impida participar plenamente de la vida de la Iglesia.
El mensaje de la intención de oración del Papa Francisco aborda un tema central en la vida de millones de personas: la salud mental. En el video explica que en muchos casos, “la tristeza, la apatía, el cansancio espiritual terminan por dominar la vida de las personas que se ven desbordadas por el ritmo de la vida actual”.
De hecho, un estudio publicado este año estima que una de cada diez personas a nivel mundial vive con un trastorno de salud mental, es decir unas 792 millones de personas que representan el 11% de la población. De los distintos trastornos que existen, el estudio sitúa a la depresión (264 millones, 3%) y a la ansiedad (284 millones, 4%) como los que más prevalecen en la vida de las personas.
La ONU a su vez advierte que la depresión cuando es recurrente y de intensidad moderada o severa, puede convertirse en una condición de salud grave. En el peor de los casos puede llevar al suicidio, que actualmente se cobra la vida de más de 700 mil personas cada año y ocupa el cuarto lugar en las causas de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años.
La pandemia mundial del COVID-19 que ha provocado la muerte de millones, también ha puesto a prueba la resistencia mental y emocional de innumerables personas y ha afectado su equilibrio psicológico. En ocasiones, esto ha generado verdaderas situaciones de angustia y desesperación. En línea con esta realidad el Santo Padre pide “estar cerca de los que están agotados, de los que están desesperados, sin esperanza, muchas veces escuchando simplemente en silencio”.
El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha elaborado un documento dirigido a quienes quieren ayudar y acompañar a personas con sufrimiento psicológico, sobre todo a causa de la pandemia. El mismo destaca alguno de los principales desencadenantes, cómo por ejemplo la incertidumbre laboral futura, que han desarrollado en personas mentalmente sanas o que han agravado trastornos mentales graves como son la depresión, los ataques de pánico y ansiedad, entre otras patologías relacionadas.
El mensaje del Papa también es compartido por la Association of Catholic Mental Health Ministers (Asociación de Ministros Católicos de Salud Mental), una asociación laica de fieles cristianos fundada en los Estados Unidos, cuyos miembros están llamados a ser una presencia sanadora en la vida de las personas con enfermedades mentales. Su presidente, el diácono permanente Ed Shoener, explicó la necesidad de responder al llamado del Papa Francisco: «Nuestra misión es apoyar el desarrollo del ministerio de salud mental en la Iglesia. El Papa Francisco ha dicho que necesitamos superar completamente la estigmatización que a menudo caracteriza a las enfermedades mentales, para garantizar que una cultura de comunidad prevalezca sobre la actitud de rechazo. Estamos comprometidos a responder al llamado del Papa a construir una comunidad de calidez y afecto, donde las personas que viven con depresión y otros trastornos mentales puedan encontrar esperanza y curación».
Recemos para que las personas, que sufren de depresión o agotamiento extremo, reciban apoyo de todos y una luz que les abra a la vida.
Papa Francisco – Noviembre 2021
La sobrecarga de trabajo, el estrés laboral hacen que muchas personas experimenten un agotamiento extremo, un agotamiento mental, emocional, afectivo y físico.
La tristeza, la apatía, el cansancio espiritual terminan por dominar la vida de las personas que se ven desbordadas por el ritmo de la vida actual.
Procuremos estar cerca de los que están agotados, de los que están desesperados, sin esperanza, muchas veces escuchando simplemente en silencio porque no podemos ir a decirle a una persona: ‘No, la vida no es así. Escúchame, yo te doy la receta’. No hay receta.
Y además, no olvidemos que, junto al imprescindible acompañamiento psicológico, útil y eficaz, las palabras de Jesús también les ayudan. Me viene a la mente y al corazón: ‘Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso’.
Recemos para que las personas, que sufren de depresión o agotamiento extremo, reciban apoyo de todos y reciban una luz que les abra a la vida.