Nada mejor para prepararnos a la eucaristía de hoy que el Salmo 69: “Oh Dios, ven a salvarnos, Señor date prisa en socorrernos; tú eres nuestro auxilio, no tardes”.
Pedimos perdón al Señor por haber desoído su palabra. Por no vivir con entusiasmo nuestro bautismo. Por nuestro testimonio tibio, superficial, mediocre.
El Señor es nuestro pastor y guía: le pedimos nos conceda una vida renovada.
Presentación de las ofrendas
El pan y el vino que presentamos al altar sean símbolos de nuestra hambre y sed de Dios.
Comunión
Reflexionemos con la palabra de Dios: Nos diste, Señor, un pan del cielo, un pan que contiene todo deleite y satisface todo deseo.
Despedida
El Señor nos ha hablado, nos ha alimentado con su eucaristía; así fortalecidos, anunciemos a todos el amor salvador de Cristo.