El templo de la comunidad, perteneciente a la parroquia “Nuestra Señora del Rosario” de Diaguitas, en santa Misa que presidiera el arzobispo René Rebolledo Salinas, acompañado del párroco, Pbro. Marcelo Tomasevic y el Pbro. Antonio Silva, con la participación entusiasta de numeroso fieles, fue entregado totalmente restaurado, después de los graves daños ocasionados por el terremoto del 2015.
Data el templo del año 1870. En el parecer de los fieles, ha resultado bien la restauración y se aprecia “como muy hermoso”. La coordinadora de la comunidad, señora Betty Alcayaga Henríquez visiblemente emocionada, manifestó en el saludo: “Con mi corazón lleno de amor doy gracias al Señor. Nuestro agradecimientos y gratitud a cada una de las personas que nos alentaron y apoyaron en cada uno de nuestros desafíos”.
Acompañó en este periodo de restauración del templo, el Pbro. Tomasevic, quien expresó su alegría por la misión cumplida: “Agradecemos a Dios, primeramente, y a toda la comunidad que se organizó para concretar este proyecto que veíamos lejano, pero con fe pudimos sacarlo adelante. Era necesario realizar esta intervención, ya que no solo era estético, sino que representaba un verdadero riesgo por el peligro de algún desprendimiento. Esta es una comunidad pequeña, pero con una fe y un amor inquebrantable”.
El Pbro. Antonio Silva, que acompaña por estas semanas a la comunidad, también manifestó: “Con un profundo espíritu religioso, una enorme alegría y una encendida fe, hemos dado gracias a Dios por este acontecimiento que por años se había anhelado. La capilla quedó hermosa, digna para alabar a Dios, celebrar los sacramentos y con la comunidad, alimentar la fe en Jesucristo, nuestro Señor.”
La señora Gloria Barrientos felicitó a la coordinadora de la comunidad por el liderazgo ejercido en la consecución de los recursos. En efecto la señora Barrientos en su saludo agradeció especialmente el compromiso de los integrantes de la comunidad, como el aporte generoso de las comunidades vecinas y bienhechores anónimos.
Importante destacar el gran esfuerzo de los integrantes de la comunidad, pues en otras etapas construyeron la sala comunitaria, servicios higiénicos y otros que facilitan la catequesis, la obra evangelizadora en la comunidad y posibilitan el encuentro fraterno, después de las celebraciones