Hay dos grandes temas en el itinerario del mundo creyente: por un lado, la Caridad; y por otro, la asistencia del Espíritu Santo. Jesús dice a sus discípulos que existe una forma de vencer el miedo, la separación y la muerte. Esa forma es el Amor: “aquel que lo ame de verdad cumplirá sus mandamientos”. Como el hijo obediente, que sabe guardar las reglas de su casa y no desagradar a sus padres. No porque les tenga miedo, sino porque los ama, los respeta y, por eso, obedece. Lo mismo acontece con Jesús; se tiene la impresión de que los mandamientos son una especie de límite a la capacidad de amar y no es así, porque el que ama no impone. En la medida que vivimos en el amor, nuestro testimonio como verdaderos “amigos” de Jesús viviendo sus mandamientos, nos hace más creíbles y mejores personas.
La fe cristiana no consiste en un código de normas morales, sino en la adhesión a una persona: Cristo. Pero esta no es una adhesión cualquiera, sino que nace de un amor radical hacia él, hasta no querer otra cosa más que su voluntad. En el matrimonio, por ejemplo, al principio todo es amor, cada uno de los cónyuges desea agradar al otro. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, hacer siempre la voluntad del otro cansa. Con Jesús nos pasa lo mismo, también nos cansamos de hacer el bien, no porque no lo amemos, sino porque en nuestra sociedad la injusticia, la corrupción, la deshonestidad o la mentira son más “creíbles” que cualquier otro gesto de bondad.
“Dentro de poco el mundo ya no me verá”. Estas palabras de Jesús dejaron en los discípulos la sensación del abandono total. No obstante, les promete que ellos sí lo verán. Por eso que nos alerta: no estamos solos en esta tarea de hacer lo que nos pide y nos promete el Espíritu Santo. Hoy vemos su presencia cuando la comunidad creyente se reúne en su nombre, comparte lo que tiene, se alegra por un nuevo miembro, promulga sus enseñanzas, asiste a los más débiles y se ama como él nos amó.
“Él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes”, Jn 14, 16.17.
P. Fredy Peña, ssp.