Nace en el año de 256 d. C., en la ciudad de Narbona, situada al sur Francia, que por entonces se encuentra bajo el poder del Imperio romano. Hijo de padre francés y madre italiana, vive su infancia en Milán, Italia, donde recibe formación y educación cristiana.
Desde su más tierna infancia sueña con ser soldado y apenas cumple con la edad requerida ingresa al Ejército romano. Egresa como alférez y a los 22 años de edad es ascendido a capitán, hasta llegar a comandante de la guardia del emperador.
En un tiempo en que el cristianismo es una religión prohibida, pues Roma se alza en su esplendor pagano, Sebastián profesa el cristianismo en secreto, por lo que se abstiene de participar en rituales o celebraciones contrarias a su religión.
No tarda en ser acusado a Maximiano –que comparte el poder con el emperador Diocleciano–, quien le presenta dos opciones: renunciar a su fe o morir. Sebastián elige la última y es condenado a muerte, recibiendo una lluvia de flechas que, increíblemente, no logran acabar con su vida. Sus amigos lo ocultan y lo ayudan a recuperarse. Una vez restablecido, le aconsejan huir de Roma, pero él se niega y se presenta ante el Emperador, que lo creía muerto, reprochándole la persecución contra los cristianos. Diocleciano nuevamente lo condena a morir, esta vez a azotes. La orden se cumple y el cuerpo del mártir es arrojado a un lodazal, tras lo cual es recogido por cristianos y sepultado en la Vía Apia, en una catacumba que hoy lleva su nombre. San Sebastián mártir es asesinado en el año 288, a los 32 años de edad.
En Chile tenemos varios santuarios dedicados a san Sebastián, pero sin duda el más concurrido es el de Yumbel, Región del Biobío, devoción que se inicia en el año 1663. La parroquia de Yumbel es erigida en 1757. En 1856 es construido el santuario, al cual anualmente asisten cientos de miles de personas cada 20 de enero y cada 20 de marzo (Veinte Chico).
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No sabía su historia, muy emotiva, San Sebastián es digno de admiración. Gracias por compartir.