5º domingo durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año. Semana 1ª del Salterio.
Dios nos llama a ser luz
Después de proclamar las bienaventuranzas, Jesús dice a la gente que, si las asumen como regla de vida, se convertirán en luz y sal del mundo. Esto no significa que tenemos que esforzarnos en iluminar, así como una vela encendida alumbra porque es su esencia misma, y la sal da sabor sin ningún esfuerzo. El cristiano que vive a imagen de Cristo es luz y sal sin hacer nada especial, es luz y da sabor a la vida del prójimo.
El evangelio también señala que Dios es la luz del mundo, y nosotros, con nuestros límites y nuestras sombras, también, porque llevamos a Dios en nosotros. No somos espejos que reflejan, poseemos luz y sabor propios por el solo hecho de ser cristianos.
Jesús nos pide obrar como personas de la luz: son los de corazón puro y manso, alma de pobre, con ideales de santidad, que no tienen la lógica del mundo y de los potentes. Cuando el amor es la única guía y regla de vida, la luz brilla, y el sabor de la vida serena y feliz se irradia. Sucede en ciertas personas, públicamente no se destacan, quizás enfermas o ancianas, necesitadas de todo, pero que a su alrededor reúnen un enjambre de gente, incluso lejana.
No somos luz y sal por las muchas experiencias de vida, los estudios de las ciencias sagradas o las prácticas religiosas. El camino para ser luz y sal no es otro que salir de nuestro egoísmo para que Cristo crezca en nosotros y forme nuestros pensamientos, modele los sentimientos de nuestro corazón y sea la regla con que decide nuestra conciencia. En las palabras de Pablo: “Hasta que Cristo se forme en nosotros”.
Escuchando la palabra de Dios, celebrando la Pascua en su memoria, vamos modelándonos a su imagen y semejanza… o nos endurecemos encerrándonos en nosotros mismos. Hoy Dios te llama a ser cada día más como él.
“Ustedes son la luz del mundo”, Mt 5, 14.
P. Aderico Dolzani, ssp.
1ª LECTURA Is 58, 7-10
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor: Si compartes tu pan con el hambriento y albergas a los pobres sin techo, si cubres al que ves desnudo y no te despreocupas de tu propia carne, entonces despuntará tu luz como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá; pedirás auxilio, y él dirá: “¡Aquí estoy!”. Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como al mediodía. Palabra de Dios.
Comentario: La renuncia a la violencia en la vida cotidiana conducirá, infaliblemente, a tiempos mejores y, simultáneamente, a la restauración de la armonía social. El pueblo de Dios será su instrumento, luz del mundo.
SALMO Sal 111, 4-9
R. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el compasivo y el Justo. dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. R.
El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. No tendrá que temer malas noticias: su corazón está firme, confiado en el Señor. R.
Su ánimo está seguro, y no temerá. Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. R.
2ª LECTURA 1Cor 2, 1-5
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos, cuando los visité para anunciarles el misterio de Dios, no llegué con el prestigio de la elocuencia o de la sabiduría. Al contrario, no quise saber nada, fuera de Jesucristo, y Jesucristo crucificado. Por eso, me presenté ante ustedes débil, temeroso y vacilante. Mi palabra y mi predicación no tenían nada de la argumentación persuasiva de la sabiduría humana, sino que eran demostración del poder del espíritu, para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Palabra de Dios.
Comentario: Saber cómo presentar el mensaje no es tan importante como haberlo vivido en carne propia, haber hecho la experiencia concreta de ese mensaje. Pablo nos invita a aceptar el misterio de la cruz y a encontrar en ella la fuerza del Espíritu.
ALELUIA Jn 8, 12
Aleluia. “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue tendrá la luz de la vida”, dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Mt 5, 13-16
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo. Palabra del Señor.
Comentario: Los judíos, más que por el sabor, valoraban la sal como conservadora de los alimentos. “Alianza de sal”, era la alianza de Dios con los sacerdotes, por cuanto era duradera y aseguraba la permanencia del pueblo elegido por Dios. Los discípulos de Jesús son sal de la tierra porque, con su apostolado, hacen entrar al mundo en la alianza de Dios.