4º de Pascua. Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio de Pascua. 51º Jornada Mundial de oración por las vocaciones. Día de la madre.
El buen Pastor entra por la puerta
Después de discutir con Jesús sobre el ciego curado con un milagro, los fariseos escuchan una parábola muy dura, por eso, aumenta su rencor. No tenían dudas que el Señor se refería a ellos al decir: “Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante”; “todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado”. Sin duda que era una crítica directa a la sinagoga y a los líderes religiosos del pueblo elegido.
El Templo y las reuniones religiosas ya no eran el lugar de la misericordia de Dios y el momento de unión de la gente con su Dios para renovar la alianza, sino una manera de ejercer poder y hacer dinero. Dirá al echar a los mercaderes: “Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”.
Pero tampoco podemos olvidar lo que san Agustín opina sobre los pastores cristianos de su tiempo: “Esto dice el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No son las ovejas lo que tienen que apacentar los pastores?” Es decir, que no tienen que apacentarse a sí mismos, sino a las ovejas. Esta es la primera acusación dirigida contra estos pastores, que se apacientan a sí mismos, en vez de apacentar a las ovejas. ¿Y quiénes son esos que se apacientan a sí mismos? Los mismos que señala el Apóstol: “Todos sin excepción buscan su interés, no el de Jesucristo”.
De alguna manera, todos somos pastores y todos somos ovejas, los unos de los otros. Todos desempeñamos un rol en la Iglesia, en la familia y en la sociedad. Los textos de hoy nos invitan a revisar nuestras intenciones y actitudes, no a buscar culpables en la comunidad… El Señor nos exhorta a ser buenos pastores y nos da el ejemplo de cómo ejercer el pastoreo…
“Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas” (Jn 10, 11).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La figura de Jesús, Buen Pastor, llena la liturgia de hoy. Es una invitación a orar por nuestros pastores: Papa, obispos, sacerdotes, y aprender a colaborar cordialmente en las obras de la Iglesia.
PRIMERA LECTURA Hech 2, 14. 36-41
Guía: Continúa hoy el discurso pentecostal de Pedro. La gente se aflige al oír de la muerte de Jesús y pregunta: ¿qué debemos hacer? La respuesta de Pedro vale también para nosotros: ¡Vuelvan a Dios!
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo: “Todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías”. Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros Apóstoles: “Hermanos, ¿qué debemos hacer?”. Pedro les respondió: “Que cada uno se convierta y se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus hijos, y a todos aquellos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar”. Y con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa. Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar; y ese día se unieron a ellos alrededor de tres mil.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 22, 1-6
R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.
El Señor es mi pastor, nada me puede faltar. Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el recto sendero, por amor de su nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque Tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.
Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la casa del Señor, por muy largo tiempo. R.
SEGUNDA LECTURA 1Ped 2, 20-25
Guía: Cristo es nuestro Pastor, cargó con nuestros pecados hasta morir en la cruz por nosotros, para que muramos al pecado también nosotros y vivamos con rectitud.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pedro.
Queridos hermanos: Si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios. A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes, y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas. Él no cometió pecado y nadie pudo encontrar una mentira en su boca. Cuando era insultado, no devolvía el insulto, y mientras padecía no profería amenazas; al contrario, confiaba su causa al que juzga rectamente. Él llevó sobre la cruz nuestros pecados, cargándolos en su cuerpo, a fin de que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Gracias a sus llagas, ustedes fueron sanados. Porque antes andaban como ovejas perdidas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardián de ustedes.
Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 10, 14
Aleluia. “Yo soy el buen pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Jn 10, 1-10
Guía: Jesús es el camino y la puerta hacia el Padre: el que entra por él está a salvo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a los fariseos: “Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino trepando por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a las suyas por su nombre y las hace salir. Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz”. Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: “Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero Yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia”.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Hoy ofrecemos, junto al pan y al vino, los sufrimientos, los obstáculos, las pruebas y los logros de nuestros pastores; ofrecemos, también, los proyectos pastorales, en los cuales comprometemos nuestra colaboración.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Al recibir a Jesús, recordemos: Ha resucitado el Buen Pastor, el que ha ofrecido la vida por nosotros. No hay otro camino para corresponder a eso sino con una generosa entrega a los hermanos.
DESPEDIDA
Guía: Salimos del templo con un real compromiso de unidad: juntos con nuestros pastores formamos la única Iglesia de Jesús. Bajo su conducción, con la fuerza del Espíritu Santo, caminamos hacia el Padre.