3º durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Palabras para escándalo
Jesús volvió a su pueblo, Nazaret. Se había ido al desierto donde fue tentado y donde encontró a Juan Bautista. Estaba entusiasmado con él y se había hecho bautizar. Pero ahora Juan estaba encerrado en la supercárcel de Maqueronte de donde no salió vivo.
Después del bautismo, Jesús comenzó a predicar de un modo nuevo. No era Juan que ayuna ni bebe. Él en cambio convivía con las penas y las alegrías de la gente, participaba de fiestas y también predicaba en las sinagogas, se lo veía siempre en camino sanando a los enfermos, escuchando los dramas de los afligidos.
La fama se extendió rápidamente y llegó a su pueblo mucho antes que él. Retomó su rutina de los sábados: ir a la sinagoga, participar del culto. Pero esta vez era diferente porque se puso a enseñar, tomó el lugar de las lecturas… Las interpretó y dijo cosas totalmente nuevas y escandalosas para los oídos de sus parientes y paisanos.
Sus conocidos de siempre, personas piadosas, no soportaron su discurso. Lo interrumpieron y lo echaron con amenazas. Desde ese momento, los lugares sagrados comenzaron a ser peligrosos para Jesús.
Lo increíble se anunció: Jesús fue condenado por las autoridades religiosas después de sufrir una larga persecución.
Los ojos de todos estaban fijos en él… Después de leer el texto del profeta Isaías, se sentó para enseñar y declaró: “Hoy se cumple esta profecía”. Lo que equivalía a decir: aquí está el Mesías, el Reino de Dios ha llegado, hay que cambiar y vivir de acuerdo con este Reino y no más según la Ley, y menos con las leyes del imperio…
Llegó el tiempo de perdonar, dialogar, ayudar, sanar, compartir, amar… Más allá de lo que sientas en tu interior. Eso es viejo…
El Reino de Dios se construye todos los días con mujeres y hombres que viven de modo nuevo, según el bautismo de Jesús.
“Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír” (Lc 4, 21).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Nos reunimos para escuchar la Palabra de Dios y alimentarnos con la Eucaristía. Hoy, Jesús nos recuerda el motivo principal por el cual cumplió su misión: contaba con la unción del Espíritu de Dios. Es este el Espíritu que prometió a quienes lo seguimos.
1ª LECTURA Neh 8, 2-4. 5-6. 8-10
Guía: La proclamación de la Palabra de Dios por parte del sacerdote Esdras, provoca en el pueblo arrepentimiento, alegría y alabanza.
Lectura del libro de Nehemías.
El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la Asamblea, compuesta por los hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día del séptimo mes. Luego, desde el alba hasta promediar el día, leyó el libro en la plaza que está ante la puerta del Agua, en presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que podían entender. Y todo el pueblo seguía con atención la lectura del libro de la Ley. Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa ocasión. Abrió el libro a la vista de todo el pueblo –porque estaba más alto que todos– y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: “¡Amén! ¡Amén!”. Luego se inclinaron y se postraron delante del Señor con el rostro en tierra. Los levitas leían el libro de la Ley de Dios, con claridad, e interpretando el sentido, de manera que se comprendió la lectura. Entonces, Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que instruían al pueblo, dijeron a todo el pueblo: “Este es un día consagrado al Señor, su Dios: no estén tristes ni lloren”. Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley. Después añadió: “Ya pueden retirarse; coman bien, beban un buen vino y manden una porción al que no tiene nada preparado, porque este es un día consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de ustedes”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 18, 8-10. 15
R. Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. R.
Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. R.
La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. R.
¡Ojalá sean de tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi redentor! R.
2ª LECTURA 1Cor 12, 12-30
Guía: La diversidad no se opone a la “unidad” nacida del bautismo. Como comunidad cristiana, estamos animados por el Espíritu que nos enriquece con un pluralismo que nos permite complementarnos en el servicio y en el amor.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos, esclavos y hombres libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. El cuerpo no se compone de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: “Como no soy mano, no formo parte del cuerpo”, ¿acaso por eso no seguiría siendo parte de él? Y si el oído dijera: “Ya que no soy ojo, no formo parte del cuerpo”, ¿acaso dejaría de ser parte de él? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Y si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato? Pero Dios ha dispuesto a cada uno de los miembros en el cuerpo, según un plan establecido. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? De hecho, hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: “No te necesito”, ni la cabeza, a los pies: “No tengo necesidad de ustedes”. Más aún, los miembros del cuerpo que consideramos más débiles también son necesarios, y los que consideramos menos decorosos son los que tratamos más decorosamente. Así nuestros miembros menos dignos son tratados con mayor respeto, ya que los otros no necesitan ser tratados de esa manera. Pero Dios dispuso el cuerpo, dando mayor honor a los miembros que más lo necesitan, a fin de que no haya divisiones en el cuerpo, sino que todos los miembros sean mutuamente solidarios. ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría. Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo. En la Iglesia, hay algunos que han sido establecidos por Dios, en primer lugar, como apóstoles; en segundo lugar, como profetas; en tercer lugar, como doctores. Después vienen los que han recibido el don de hacer milagros, el don de sanar, el don de socorrer a los necesitados, el don de gobernar y el don de lenguas. ¿Acaso todos son apóstoles? ¿Todos profetas? ¿Todos doctores? ¿Todos hacen milagros? ¿Todos tienen el don de sanar? ¿Todos tienen el don de lenguas o el don de interpretarlas? Palabra de Dios.
ALELUIA Lc 4, 18
Aleluia. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluia.
EVANGELIO Lc 1, 1-4; 4, 14-21
Guía: En el evangelio de Lucas, en el lugar donde vivió su infancia, Jesús realiza su primer gran anuncio afirmando que ha sido ungido por el Espíritu de Dios para sanar, evangelizar y liberar a los oprimidos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquéllos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra. Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido. Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas de ellos y todos lo alababan. Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”. Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en Él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: La conversión debe expresarse con hechos concretos; hoy la ofrenda del pan y del vino la hacemos con la intención de que debemos cambiar las conductas erradas de nuestra vida.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: La gracia de comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo nos compromete a vivir una vida nueva en el Espíritu.
DESPEDIDA
Guía: Hemos orado juntos, escuchado la Palabra salvadora y recibido a Cristo. Ungidos también por el Espíritu de Jesús, vayamos a anunciar la alegría que hemos recibido de su perdón y sanación.